Modulo 6: Edocomunicación

REFLEXION: EN QUÉ GRADO SOY EDOCOMUNICADORA?


En las últimas décadas con la incursión de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en nuestras sociedades, es claro que la educación ha cambiado su enfoque a la par de estas tecnologías. Si bien, hace algunos años la escuela era el ente privilegiado para educar y formar nuestros niños y jóvenes, hoy no se puede decir lo mismo de ella, pues ellos se están formando con medios que hoy en día son sus  mejores aliados y a la vez los peores enemigos de algunos docentes, y es que estos jóvenes son hijos de una era tecnológica en la que nada les es vetado y pueden tener acceso a enormes cantidades de información, que la mayoría de las veces no saben manejar ni clasificar, además la Internet y su dinámicas relacionales han provocado en ellos nuevas formas de pensar, de interactuar, de  comunicarse y los docentes no podemos hacernos los de la vista gorda ante estos cambios.
Estos cambios influenciados por los medios afectan toda la dinámica social, y sus aspectos económico, social, político y cultural, a la vez que se convierten en potentes educadores de los jóvenes y niños. Pero entonces la pregunta es: ¿Están los medios educando y formando ciudadanos éticos, responsables, comprometidos y transformadores de la sociedad? O simplemente ¿están acrecentando la pasividad,  el conformismo y el silencio que ha morado siempre en los educandos-receptores?
Así la educación y los medios de comunicación en una relación estratégica convergen para dar nacimiento a un nuevo fenómeno: La edocomunicación, es decir la integración de los medios de comunicación en la enseñanza. Es importante resaltar que el concepto que se tenga sobre edocomunicación determina la forma en que se utilizan estos medios en la educación. Mario Kaplun habla sobre las dos formas de concebir la edocomunicación. El habla de los medios que hablan para referirse al modelo escolástico de la clase frontal, donde el educador transmite una cantidad de información para ser memorizados y aprendidos por los educandos y cuya evaluación se basa en la capacidad que tienen el educando de repetir lo que escucha. “en el ámbito de la comunicación, se sustenta el modo clásico de entenderla como transmisión unidireccional de mensajes por un emisor ("locutor") a unos receptores ("oyentes")”. Así cuando se fusiona lo educativo con lo comunicativo, se puede ver que por mucho que se equipen las escuelas con aparatos tecnológicos, no se puede esperar un uso crítico y creativo de los medios, así como tampoco la participación del estudiante.  En contraste, Kaplún habla sobre Los medios para hablar para referirse al modelo educativo que
 pone como base del proceso de enseñanza/aprendizaje la participación activa de los educandos; que los considera como sujetos de la educación y ya no como objetos-receptáculos; y plantea el aprendizaje como un proceso activo de construcción y de re-creación del conocimiento. Para esta concepción, todo aprendizaje es un producto social; el resultado -tal como lo postuló Vygotsky- de un aprender de los otros y con los otros. Educarse es involucrarse en una múltiple red social de interacciones. 
Obviamente, esta opción también tiene su correlato en comunicación, entendida y definida como diálogo e intercambio en un espacio en el cual, en lugar de locutores y oyentes, instaura interlocutores”. 
Entendido de esta manera la edocomunicación se debe concebir como un modelo educativo que propicie la formación de flujos de comunicación entre educador-educando, siguiendo el modelo EMIREC propuesto por Jean Cloutier y que aboga por una relación dialógica y transversal favorecida por los medios, en la que el Emisor es a la vez Receptor y el Receptor es a la vez Emisor. Freire también lo afirma: “no más locutores y oyentes, sino interlocutores”.
La tarea del educando es entonces mediar para que el educando pueda expresarse, como lo afirma Freire “Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra” “Mi visión de la alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado”.  Freinet, pionero en la introducción de los medios de comunicación en la escuela y un gran innovador de la pedagogía también tiene mucho que decirnos frente a este tema de la autoexpresión del educando, de hecho este pedagogo nos deja un gran legado sobre los métodos para lograr la inclusión y participación activa del educando en procesos de enseñanza-aprendizaje, para que éste no tenga que depender siempre del docente, sino que pueda construir conocimiento desde su propia experiencia de vida.
Freinet,  Freire y muchos otros edocomunicadores comprometidos con su labor y con la sociedad, coinciden al afirmar que hay que dejar que el educando se apodere de su historia, de su realidad, pues esta sólo puede ser transformada si se conoce y se piensa, pero lamentablemente los medios de comunicación muchas veces no nos permiten pensar nuestra realidad y mucho menos nuestras posibilidades de transformarla. Es aquí donde se requiere la lectura crítica y participativa por parte del educando para que codifique y decodifique mensajes que le llegan de los medios de comunicación. Y la tarea de desarrollar esas habilidades y competencias en los estudiantes es del edocomunicador.
Si miramos entonces este panorama que tenemos actualmente: La educación permeada totalmente por la comunicación y los estudiantes en contacto permanente con los medios de comunicación, podemos deducir que es labor del docente mediar entre estos dos componentes (educación-comunicación) para que la educación cambie sus prácticas tradicionales y proponga nuevas alternativas de aprendizaje acordes con las exigencias actuales, que potencialicen las capacidades de los estudiantes a la vez que les da la palabra para que se expresen y se escuchen. Porque en la mayoría de los casos, las personas tienen mucho que decir, pero se acostumbraron al silencio, pues no se les ha dado la palabra.
Para concluir podemos ver como las sociedades cambian y con ellas sus prácticas y formas de interacción, asi mismo la escuela, la cual es una representación a menor escala de la sociedad, también tiene que cambiar sus prácticas para capacitar ciudadanos que puedan desempeñarse óptimamente en ella. Y cuando digo óptimamente no me refiero sólo a los conocimientos teórico-conceptuales que debe adquirir, sino sobre todo a ese componente de valores que debe hacer parte de la formación integral de todo ser humano. Freire afirma que “La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente de la HUMANIZACIÓN del hombre”.  Y en medio de estos cambios y de estos nuevos paradigmas que van naciendo, está el profesor, quien debe tener tal versatilidad y nobleza para comprender  las necesidades y exigencias que cada tiempo trae consigo y valerse siempre de la creatividad y la generosidad para brindar lo mejor de si aun en las condiciones más desfavorables.
Finalmente quiero agregar que en mi paso por el multitaller además de referentes conceptuales y teóricos, que ampliaron mucho mi visión sobre la labor social que como docente debe desempeñar y sobre la forma en que puedo incidir sobre lo que enseño y cómo lo enseño,  me queda sembrada la inquietud sobre cómo hacer para integrar la comunicación a la educación de forma que los procesos de aprendizaje se vean favorecidos y que los estudiantes no se sientan más como entes sin voz ni voto en estos procesos. Cómo hacer para despertar a los que se acostumbraron a dormir. Cómo ayudar a los educandos a acercarse a su realidad y a recrearla, y no desde la palabra del docente,  de sus mayores, del alcalde o del presidente, sino desde su propia palabra y reflexión.


Bibliografia